Una de las principales formas de aprendizaje de comportamientos es a través de la observación de lo que otros hacen. Los otros pueden convertirse en muchas ocasiones en modelos de conducta, tanto para bien, como para mal y esto tiene una mayor importancia cuando hablamos de niños pequeños, quienes aún no tienen tanta capacidad de discriminar lo que está bien de lo que está mal y tiende a repetir muchas de las cosas que ven habitualmente en su contexto.
Es por esta razón por la que se da tanta importancia al tipo de comportamiento que los niños observan de sus personas de referencia y de aquellos personajes a los que admiran. A toda esta capacidad de influencia directa se suma la que ejercen los medios de comunicación (series, programas de TV, películas, anuncios…), videojuegos, y otros posibles estímulos de su entorno.
No siempre los niños imitan lo que ven, pero sí se hace más probable la imitación de los comportamientos previamente observados, que de los que nunca han visto hacer, y sobre todo si esos comportamientos son vistos habitualmente.
Los padres, profesores y demás figuras de referencia desempeñan una importante labor como modelos del comportamiento de sus hijos y alumnos, tanto en la transmisión de hábitos y estilos de vida, como en la adquisición de ciertos valores, ideas, modos de pensar, normas de educación y de relación con los otros… Todos los comportamientos que los niños observen son susceptibles de ser imitados, tanto los positivos como los negativos. Es importante que nos planteemos de qué manera queremos influir en los menores.
Os dejo un anuncio muy clarificador que pone de manifiesto el aprendizaje por modelado.
“Los niños hacen lo que ven”