Jugar es aprender

Se corre el riesgo de considerar el juego como algo improductivo, por tratarse de una actividad lúdica y estar relacionado con el tiempo libre. Por el contrario, el juego ha demostrado ser de gran importancia para el desarrollo de los niños. Estas conclusiones fueron defendidas en  el Informe “Juego, Juguete y Salud” de la Fundación Crecer Jugando).

Niños-jugando

El juego simbólico (en el que se simulan situaciones y se representan papeles) es una actividad lúdica a través de la cual el niño puede poner en marcha muchos procesos de aprendizaje por medio de la representación de situaciones de la vida cotidiana y del mundo que le rodea. A través de este tipo de juego se puede aprender por imitación comportamientos que ha observado en otros modelos de conducta (como pueden ser los padres, otros adultos o sus propios iguales). juguetesAsí mismo, en los juegos se pueden representar situaciones que obligan a los pequeños a generar e interpretar nuevos roles, a buscar soluciones para las situaciones que ellos mismos plantean, a ponerse en la situación del otro y a desarrollar habilidades sociales y emocionales (sobre todo cuando el juego es compartido)… En definitiva, los momentos de juego simbólico abren al niño la posibilidad de adquirir un gran número de habilidades de manera espontánea y económica (en la mayoría de ocasiones con pocas cosas basta para que el niño dé rienda suelta a su imaginación), sin tener que experimentar directamente todas las situaciones que en el juego simbólico se pueden simular.

Los Beneficios del juego para el desarrollo de los niños

Como vemos, “El Juego” es una actividad importante en el proceso de desarrollo, pues además de proporcionar momentos de placer y satisfacción para los niños (pues es algo que les expone a emociones positivas y a estímulos gratificantes), supone, como hemos anticipado, una vía para aprender estrategias de gestión de conflictos, una manera de ensayar habilidades de comunicación y resolución de problemas, una buena forma de liberar tensiones, una oportunidad para afrontar miedos de una manera más fácil… Y todo este conjunto de comportamientos pasarán a formar parte del repertorio de conductas del niño y podrán ser aplicadas posteriormente en la vida real. Es además uno de los mejores modos de empezar a tomar contacto con el mundo que rodea al niño y experimentar la realidad desde las edades más tempranas.

niños-jugar

Está claro que no todos los juegos son de carácter simbólico, ni todos permiten el desarrollo de las mismas habilidades o capacidades, pero es importante entender que los momentos de juego son importantes para la maduración y el aprendizaje de los niños y hay que preservarlos y favorecerlos. Prácticamente todos los juegos y todas las actividades lúdicas tienen aspectos positivos (siempre y cuando se establezcan las condiciones y límites adecuados para su uso y práctica) y permitirán generar situaciones para el aprendizaje de múltiples estrategias y habilidades (cognitivas, sociales, emocionales, motoras…

Como establece la OMS (Organización Mundial de la Salud), “la salud es un estado completo de bienestar físico, mental y social” y no la mera ausencia de enfermedad. En el caso de los niños, ese bienestar pasa, sin duda, por la preservación de momentos de carácter lúdico y distendido más allá de la mera actividad académica y “productiva”. Aunque si tenemos en cuenta todo lo aquí tratado, nos podemos dar cuenta de que el juego, lejos de ser una actividad “improductiva”, es productiva y mucho…

Otros posts relacionados:

Webs de interés:

Origen: Jugar es aprender

Anuncio publicitario

Acerca de Miriam Rocha Díaz

Psicóloga Colegiada: M-24220. Trabajo como psicóloga de Adultos, Adolescentes y Niños en ITEMA (Instituto Terapéutico de Madrid) y soy tutora del Máster en Terapia de Conducta del mismo centro. Para más información, consultar: Datos de Contacto: Teléfono ITEMA (Instituto Terapéutico de Madrid): 914357595 Email Profesional: rochadiaz.m@gmail.com Web ITEMA: http://www.itemadrid.net/ Más datos sobre mi: Licenciada en Psicología por la Universidad Autónoma de Madrid y Máster en Terapia de Conducta en ITEMA (Instituto Terapéutico de Madrid). He colaborado en diferentes líneas de investigación en los Departamentos de Psicología Biológica y de la Salud y Psicología Social de la UAM.
Esta entrada fue publicada en Infancia y Adolescencia, Psicología y etiquetada , , , , , , , , , , , , , . Guarda el enlace permanente.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s