Objetivo: Tomar el Control

Son fechas de volver la vista atrás y hacer repaso de lo que han sido estos últimos 12 meses… De revisar con qué nos sentimos satisfechos y qué nos queda pendiente… ¿Cuál es nuestro “de este año no pasa”?

Ya conocemos los típicos propósitos anuales en los que todos nos volvemos a reafirmar con total convicción todos los “Año Nuevos”; y tan intensa es la convicción como rápido es el desinfle… pero en lugar  de repasar todo aquello que nos puede ayudar a transitar del “De este año no pasa” al “Hacer que ocurra” (podéis encontrar pautas concretas en el siguiente post), me gustaría proponeros para este año UN OBJETIVO DIFERENTE, más general, aunque sin duda, más ambicioso y seguramente más gratificante… La propuesta es: ¿Y si este año tu propósito de año nuevo eres TU?: Tu bienestar, tu felicidad, tu calidad de vida, un mayor control sobre lo que haces, lo que piensas, cómo te sientes… un mayor control sobre tus decisiones, sobre tu capacidad para enfrentarte a los problemas, sobre tu capacidad para disfrutar del día a día… ¿Resulta tentador no?

2015

Me gustaría dar aquí una serie de claves que teniéndolas en cuenta a diario, nos pueden ayudar a mejorar nuestro bienestar y a estar más satisfechos con nosotros y nuestra vida. Al principio será importante no perder de vista estas claves, habrá que obligarse a cumplirlas e irlas asimilando… pero con el tiempo y la repetición, las iremos automatizando y haciendo cada vez más nuestras. (Accede también a las claves en este vídeo de mi Canal de vivlium.com: Vídeo «Tomar el Control» )

Objetivo-control

 

 1) Cambia el modo de interpretar las cosas: Nuestros pensamientos e interpretaciones frecuentemente están llenos de errores e irracionalidades. Pregúntate: ¿Esto es realmente así?, ¿Estoy exagerando?, ¿Tengo datos para pensar esto?, ¿Puede haber otras interpretaciones alternativas?, ¿Puedo realmente conocer lo que está pensando o sintiendo el otro?… Aplica lo anterior para:

  • Cambiar tu punto de vista sobre las cosas y las personas: Hay una gran diferencia entre ver al otro como un enemigo o verlo como una persona con una forma distinta de ver y hacer las cosas; También hay diferencia entre estar frente a un obstáculo insalvable o frente a un reto difícil pero posible de superar…
  •  Cambiar el modo de pensar sobre ti: Sé justo contigo mismo ¿Eres realmente tan torpe, incapaz, falto de confianza, poco atractivo… como a veces asumes? Cambia tu modo de verte y te ayudarás a cambiar tu modo de actuar.

2) Conviértete en “agente” de tu vida: Ante la adversidad toma el control de tus decisiones y en lugar de mirar para otro lado, emprende acciones. No podemos controlar las circunstancias ni lo que hagan otros, pero sí podemos controlar cómo queremos actuar ante ello. Al menos te sentirás al timón de la situación y tendrás sensación de control. Analiza y resuelve: Cuando te sientas mal analiza qué te preocupa: ¿Tiene solución?; si es así, Actúa. Si no tiene solución ¿Por qué permitir que te amargue durante más tiempo?

Bici-Recuenco

3) Desecha viejos hábitos negativos: No te dejes llevar por la inercia y la costumbre de repetir viejos patrones que ya no te gustan o sabes no te vienen bien. Es tan simple como sentenciar un “Hasta aquí”, aunque no por simple deja de ser costoso. Tendrás que cambiar los viejos hábitos (ya muy automáticos), por otros nuevos (mejor si son incompatibles con los anteriores). Donde antes decidías tumbarte en el sofá, ahora toca salir a dar un paseo; cuando antes no podías evitar pegar un grito ahora te esfuerzas por decir lo mismo pero calmado; cuando antes renunciabas a un plan ahora te obligas a ir y…. ¡Oh, sorpresa! ¡¡Resulta que lo pasas fenomenal!!. El “quid” está en persistir sabiendo que serás tu el que saldrás ganando del cambio.

4) Para el ritmo: Descansa lo suficiente. Estarás de mejor humor, te sentirás mejor física y anímicamente, estarás más preparado para tolerar las fuentes de estrés cotidianas, pensarás con más claridad, rendirás mejor… ¿seguimos?

5) Sé flexible contigo y con los demás: Las cosas no siempre salen como queremos y no siempre recibimos de los otros aquello que esperamos. Rebajemos nuestro rasero de medida. Hay muchos grados entre la permisividad y la rigidez. Esfuérzate por hacer las cosas bien, pero no dejes que el exceso de perfeccionismo se convierta en una limitación en lugar de un punto fuerte. No contemples los errores como fracasos, sino como oportunidades para mejorar y aprender y sigue la máxima de J. Forbes Nash: “Con cada nuevo intento me acerco más al éxito”.

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6) Aprende a mejorar tu estado anímico: Fíjate en aquello que te ayuda a desconectar y a sentirte mejor y utilízalo en tu favor cuando te encuentres “bajo”. Retira el foco de atención del origen del malestar (ya sabemos lo que hay que hacer si la cosa tiene solución y si no la tiene: Céntrate en otra cosa). Vuelve al punto 1 y revisa el modo en que estás interpretando las cosas; probablemente tenga mucho que ver en cómo te sientes.

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7) Dedícate tiempo: Oblígate a sacar huecos para actividades o planes que te gusten. La “falta de tiempo” no es una escusa. Paradójicamente, incorporar tiempo de disfrute te ayudará a rentabilizar mejor tu tiempo pues te obligarás a organizarte mejor y rendirás mejor al estar más descansado y de mejor humor. Dedicar las 24h del día a obligaciones y responsabilidades hace que la vida se convierta en una pesada carga ¡No lo permitas!

8) Cuida a los tuyos: No descuides a tu pareja, hijos, amigos, compañeros, familia… Las relaciones personales nos enriquecen y son fuente de satisfacción y de apoyo. Cuidar las relaciones es aún más importante cuando se trata de aquellos con los que convivimos (la pareja o los hijos…). Tener momentos compartidos de calidad mejorará la comunicación, estrechará los vínculos y en el caso de la pareja, ayudará a preservar la intimidad y a mantener vivo el deseo en la medida en que nos sigamos esforzando por cuidar, sorprender y contentar al otro. No es algo que salga solo, es algo por lo que hay que esforzarse, pero sin duda merecerá la pena.

9) Pon cada cosa en su lugar: Hazte la siguiente pregunta ¿Es esto realmente importante para mi? Si no lo es, concéntrate en aquello que de verdad merezca más tu tiempo.

10) No esperes al momento “perfecto” para empezar a ser feliz: A veces nos marcamos hitos para nuestra felicidad. “Cuando consiga esto podré empezar a disfrutar”, “Cuando se termine esto me permitiré relajarme”… Lo cierto es que el momento perfecto no llegará nunca. El momento perfecto es ahora. Ser felices es un camino diario. No hay momentos ideales para permitirnos empezar a disfrutar. Debemos aprender a disfrutar en el devenir cotidiano.

Happy

Accede al vídeo en mi Canal de vivlium.com: Psicología para el día a día (Vídeo)

 

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Acerca de Miriam Rocha Díaz

Psicóloga Colegiada: M-24220. Trabajo como psicóloga de Adultos, Adolescentes y Niños en ITEMA (Instituto Terapéutico de Madrid) y soy tutora del Máster en Terapia de Conducta del mismo centro. Para más información, consultar: Datos de Contacto: Teléfono ITEMA (Instituto Terapéutico de Madrid): 914357595 Email Profesional: rochadiaz.m@gmail.com Web ITEMA: http://www.itemadrid.net/ Más datos sobre mi: Licenciada en Psicología por la Universidad Autónoma de Madrid y Máster en Terapia de Conducta en ITEMA (Instituto Terapéutico de Madrid). He colaborado en diferentes líneas de investigación en los Departamentos de Psicología Biológica y de la Salud y Psicología Social de la UAM.
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