Corresponsabilidad y Reparto de Tareas en la Pareja

La conciliación de vida laboral, sentimental y familiar requiere un compromiso por ambas partes de la pareja si queremos que las cargas del día a día no se interfieran en la buena marcha de las relaciones y del hogar. Esto es aún más importante cuando se tiene hijos y las responsabilidades se multiplican y el tiempo disponible escasea.  O todos participan o… ¡alguien se ahoga!.

Tradicionalmente las tareas domésticas se han dejado en manos de las mujeres, pero los tiempos cambian y la igualdad está llegando a todas las áreas. Del mismo modo que la mujer se ha incorporado al mundo laboral, el hombre se incorpora a sacar adelante el hogar. No se trata de una “Ayuda”, sino de una “Corresponsabilidad”. Ayudar supone asumir que el peso de las tareas recae sobre una de las partes (la que es ayudada), sin embargo, REPARTIR, supone entender que cada uno se hace cargo de su parte.

Imagen de Yang-Lui

Imagen de Yang-Lui

Un mal reparto de tareas puede convertirse en un motivo de desgaste de la relación e incluso llevar a la ruptura. Es importante llegar al entendimiento antes de dar más pasos en común, como tener hijos.

  • Desigualdad-parejaLas expectativas previas sobre cómo se comportará el otro en la convivencia.
  • Percibir injusticia o desigualdad en el reparto de tareas.
  • Considerar que al otro debería salirle solo o que debería conocer lo que necesitamos que haga.
  • Centrar la atención en lo que no hace y en lo que nos molesta.

Todos estos son factores que pueden conllevar frustraciones y resentimiento que si no son compartidos y resueltos terminan generando una cuenta en “saldo negativo”. Desviamos la atención hacia lo que molesta y sentimos que el otro siempre “debe”. Acabamos perdiendo de vista todo lo positivo y lo que sí hace. En este punto corremos el riesgo de que, dado el resentimiento acumulado, terminemos echando en cara al otro, rompiendo así la armonía de la pareja y pudiendo comenzar una escalada de reproches y conflictos. ¿Cómo podemos prevenirlo?: Es básico ponerlo en común y negociar un reparto satisfactorio y flexible.

¿Cómo abordar el reparto de tareas?

  • El reparto de tareas debe ser pactado y flexible: En función de las preferencias, gustos, habilidades y tiempos de cada uno o buscando una alternancia para aquellas tareas más costosas. Lo importante es llegar a un acuerdo de agrado para ambas partes que haga el día a día más llevadero y asumible. Cuando asumes una tarea y tomas conciencia del esfuerzo y tiempo que conlleva, se valora más lo que hace el otro.
  • Reparto tareas-familiaInvolucrar en las tareas domésticas a los hijos: De manera progresiva y adaptada a su edad, es importante enseñar a los niños a colaborar y a asumir responsabilidades en el hogar, haciéndoles ver que forman parte de él y de su buena marcha. Esta es una buena manera de educar en la igualdad de roles y en valores positivos como el respeto, la responsabilidad, la colaboración.
  • Aprender a delegar: Compartir tareas requiere ceder el control de las mismas sobre la otra persona, confiando en su buen hacer.
  • Aprender a pedir: En lugar de buscar que el otro adivine, pide.
  • Enseñar cómo se hace o acordar una forma de hacerlo: Si no se sabe cómo hacer algo o a alguna de las partes le gusta que se haga de una manera específica, es importante explicarlo al otro para que no se generen conflictos o toque rehacer las cosas. Esto es aún más importante con niños. No se nace sabiendo y desmotiva mucho que después del esfuerzo alguien critique lo que has hecho y lo rehaga de otro modo. Desalienta a la colaboración. Por eso, mejor consensuarlo; todo será más armonioso y nos ahorraremos trabajo.
  • Acordar los tiempos y momentos de hacerlo: En ocasiones los problemas no derivan solo de cómo se hace sino de cuándo se hace. Algunas cosas tienen su momento. Es importante acordar cuando deben estar hechas para que las discrepancias no generen malestar. De nada sirve hacer la cama en el momento de acostarse o recoger la mesa al llegar del trabajo después de todo el día (pues igual al final alguien tiene que asumir tu tarea para que la casa pueda mantener su orden y seguir su curso).
  • Valorar los esfuerzos del otro: Reconocer el papel de cada cual favorecerá el mantenimiento del compromiso con la tarea. Sienta bien saber que se reconoce tu tarea y no pasa desapercibida. No nos olvidemos de felicitar al peque por haberse hecho su cama (aunque sea “de aquella manera”, por algo se empieza), tampoco pensemos que la comida de hoy se ha hecho sola, ni que la lámpara se ha arreglado por ciencia infusa, que los niños han vuelto del cole volando, que las plantas se han regado solas, que la ropa ha aparecido planchada y colocada en el armario por arte de magia, que la nevera la recargan duendes invisibles…. Etc, etc…
  • Ser tolerante y flexible: No somos perfectos. Puede haber fallos, olvidos… y en ocasiones habrá que hacer reestructuraciones en los acuerdos previos para adaptarse a las necesidades y circunstancias.

Reparto tareas

Beneficios del reparto de tareas:

  •  Mejora la complicidad y la buena marcha de la pareja: Compartir responsabilidades supone que asumes de lleno involucrarte en un proyecto común, que respetas y valoras a la otra parte y que entiendes que “esto es cosa de dos”.
  • Mejorar el clima y la unión familiar: La participación en casa reduce las fuentes de estrés y los conflictos cuando todos cumplen su parte, además de fomentar la comunicación.
  • Ser un modelo de igualdad, valores y normas: Cuando se tiene hijos, los padres son sus principales referencias de aprendizaje. En un hogar en el que ambos colaboran, se está transmitiendo que eso es lo natural y lo adecuado y se estará rompiendo con viejos estereotipos de género. Las normas y valores inculcados en el hogar sentarán en gran medida las bases del estilo de vida de la persona.
  • Fomentar la autonomía: En la medida en que se aprende a colaborar, se aprende a hacer las cosas por ti mismo, estando así más preparado para la independencia.
  • Mejor distribución del tiempo y más tiempo libre para el ocio
  • Aprendizaje de competencias y “entrenamiento para la vida”: Participar en el hogar obliga a conocer cómo funcionan y cómo se hacen un sinfín de cosas, desde cosas básicas de cocina, hasta cuestiones de limpieza, bricolaje, jardinería, funcionamiento de electrodomésticos…
Un poco de humor... Con Agustina Guerrero

Un poco de humor… Con Agustina Guerrero

Acerca de Miriam Rocha Díaz

Psicóloga Colegiada: M-24220. Trabajo como psicóloga de Adultos, Adolescentes y Niños en ITEMA (Instituto Terapéutico de Madrid) y soy tutora del Máster en Terapia de Conducta del mismo centro. Para más información, consultar: Datos de Contacto: Teléfono ITEMA (Instituto Terapéutico de Madrid): 914357595 Email Profesional: rochadiaz.m@gmail.com Web ITEMA: http://www.itemadrid.net/ Más datos sobre mi: Licenciada en Psicología por la Universidad Autónoma de Madrid y Máster en Terapia de Conducta en ITEMA (Instituto Terapéutico de Madrid). He colaborado en diferentes líneas de investigación en los Departamentos de Psicología Biológica y de la Salud y Psicología Social de la UAM.
Esta entrada fue publicada en Pareja, Psicología y etiquetada , , , , , , , , , , , . Guarda el enlace permanente.

3 respuestas a Corresponsabilidad y Reparto de Tareas en la Pareja

  1. James dijo:

    Saludos Cordiales

    Estoy totalmente de acuerdo y seguro que no se trata de una “Ayuda”, sino de una “Corresponsabilidad”, lucho por mejorar y tratar de hacer un reparto de las responsabilidades. Es importante predicar con el ejemplo, dictamos talleres a padres y madres de familia en nuestra fundacion para la equidad.

    Es un lindo tema elegido, felicitaciones.

    James Manzano

  2. Diana Alonso dijo:

    Muy completo; para mi la clave es que seguimos oyendo que se ayuda en casa. Nos han educado para completar una tareas que hoy en día tenemos que hacer con 8 horas menos, y es inviable sin la colaboración de todos.

  3. Pingback: Roles y Estereotipos de género: Una carga cultural | Miriam Rocha Díaz

Deja un comentario